LOS CENTÍMETROS SÍ QUE IMPORTAN
Quien diga que el tamaño no importa, miente. O que se lo digan al joven
modelo Raúl Escobar, madrileño de nacimiento y madridista de
sentimiento, quien se está dando a conocer gracias a sus colaboraciones en el
programa de fútbol de Josep Pedrerol.
Tiene 19 años y muchas ganas de desfilar y dedicarse al mundo de la moda.
Cuenta con todo lo que hay que tener: es guapo, tiene buen cuerpo, una bonita
sonrisa y mucho estilo, y en Instagram "lo peta".Pero le falta algo:
tres centímetros. Tres centímetros de altura.
Así de triste. No vale con medir 1,82 para dedicarte a la moda en España.
Hay que medir 1.85 si eres hombre y quieres desfilar. Si no, no
sirves. Y es que esa es lo triste realidad a la que se enfrenta cuando manda su
book a una agencia. En las agencias Uno Models, Viewy
Sight Models Raúl no puede trabajar porque le faltan tres
centímetros. Tampoco en la Agencia Traffic, pues le falta
un centímetro. Vive en Parla con su familia. Y es de esos que aseguran que se nota
el pufo que ha dejado allí el PSOE. Sencillo, humilde y
trabajador, para ganarse la vida, ya que de esto -de la moda- pocos viven,
trabaja en una firma de moda que pertenece a uno de los grupos textiles más
importantes del mundo. Cuenta que hay que ir trajeado, pero que esta
indumentaria la tiene que aportar él. Yo le recomendé, entonces, que hiciera un
"Pablo Iglesias" y se comprara el traje en Alcampo. Pero mucho me temo que se
notaría la calidad y entonces ya no "vendería" de la misma manera.
Como Raúl, cientos de niñas y niños de España y del mundo entero sueñan
con darle sentido e inteligencia a la belleza que Dios, o la Naturaleza para los
ateos, les ha regalado. Acostumbrados a oír eso de "¿se puede vivir de esto?" y
hartos de ir de casting en casting, luchan por que alguna firma potente les
fiche para ser su imagen.
La moda está de moda, los modelos ya no tanto. O
tienes la suerte de Blanca Padilla, primera española en
convertirse en uno de los famosos ángeles de Victoria’Secret, o lo llevas crudo.
Y es que en el mundo de la imagen, el tiempo corre en tu contra. Al menos, desde
aquí, felicito a Pedrerol, no sólo porque coincidamos en muchas opiniones, sino
sobre todo por haber creído en Raúl desde el primer momento para hacer esa
sección de natación tan divertida. A todos esos jóvenes como Raúl sólo puedo
decirles dos cosas: echadle narices y Hala Madrid.